jueves, 1 de julio de 2010

Vivir o morir (la música)



Más sobre Fausto…

Luis Brotons

Ayer me prestaron un disco “LA DAMNATIION DE FAUST”, Berlioz, London. El embrujo de Fausto me volvió a atrapar. Volvieron a aparecer Maphisto y Margarita con su magia. Llovía copiosamente, el clima se prestaba para una inmersión a lo fantástico y la selección musical de esa tarde no me defraudó.

Las primeras notas fueron marcando esos paisajes duros, casi militares que habrían de permitir la entrada a Mephisto con su grave y perfectísima voz, haciéndome estremecer hasta lo más profundo de mi ser. ¿Con temores que despiertan, quizás…?

Y Berlioz logra el milagro de rescatarme con la canción gótica, dulcísima de Margarita. Me eleva y permite que entienda aún más el amor que por Fausto siente la enamorada.

Disfruto la música que propone el autor como si emergiera del pueblo y hace que ésta se vuelva cotidiana, bulliciosa.

Adoro los diálogos que ofrecen los protagonistas, la pasión que nos ofrecen. Un Fausto que empieza a conocer la felicidad con su amada. Una Margarita enamorada; ¿De un dios?

Tres veces he escuchado la Romanza de Margarita y verdaderamente me emociona, lo confieso, hasta las lágrimas. Habla del amor, de su amor que es divino y provoca que yo sienta en ese canto una plegaria que se eleva hasta los abismos de lo eterno.

Es como un himno de reconciliación con mis propios sentimientos de amor. Es lujuria desde lo estético. ¿Es eje de mi pasión?

Y Fausto se defiende del enemigo interno. A partir de Margarita reconquista su felicidad olvidada. Por el amor de su sinrazón los espíritus fantasmagóricos se revuelcan por la rabia y giran mareándome, fascinándome para atraparme en su encanto de lo irreal.

¡Al fin! La vida en un triunfo fuera de dudas. Es el grito de todo el pueblo quien avala esa verdad. Es el amor que ha vuelto a triunfar en esta interpretación fragmentaria del Fausto de Goethe.

Mephisto vuelve a ocultarse, Fausto a sus cadenas y Margarita a su jardín de amor. Esperarán otra interpretación artística que les vuelva a poner en vida. Otra interpretación bella que les permita el ser.

Mientras tanto yo guardo silencio y pienso en mis propias cadenas. En el amor. Y lo encuentro en las hojas de un jardín saturadas de agua de lluvia.

Gracias amigo Berlioz por haber confiado en mi sensibilidad.

Hector Berlioz (1803-1869)

LA DAMNATION DE FAUST

Kennath Riegel (Fausto)
Frederica Von Stade (Margarita)
Jose van Dam (Mephisto)

Orquesta Sinfónica de Chicago (Sir Georg Solti)

No hay comentarios:

Publicar un comentario